JOTA I, ‘baile popular muy usado en Aragón y Valencia’, origen incierto, probablemente del hispanoárabe šåƫɅa ‘danza, baile’, derivado del ár. šáƫaɅ ‘bailar’.
1.ª doc.: Terr., Acad. ya 1817.
Escribe Caro Baroja (Pueblos de Esp., 437), a cuyo libro remito para documentación: «sobre el origen de la jota no se han puesto de acuerdo los musicólogos, aun cuando muchos sostienen que es invención musulmana e incluso de un poeta desterrado en Calatayud, que se llamaba Aben Jot. Sea verdadera esta tradición o no (probablemente la jota es cosa bastante moderna), lo cierto es que su área es la misma que tiene la agricultura de tipo hortícola, coincidiendo variaciones especiales de ella (valenciana, murciana, aragonesa de Calatayud, etc.) con otras tantas zonas de huertas de regadío». Los que sostengan la tradición de dicho músico habrán de precisar más su nombre, pues lo menos que pueda decirse es que tal nombre no era de los más comunes entre los moros de España. Hoy en Argelia es conocido el nombre de persona բûƫ y por lo tanto pudo existir un Ibn բûƫ, que puede ser en lo que piensan dichos tradicionistas. Pero una j española, si se trata de un arabismo antiguo, difícilmente puede venir de un Ʌ, más bien de un Ǥ o un š, y con estos sonidos no conozco un nombre semejante, por lo menos en el uso argelino actual. El escepticismo que trasparenta Caro es, pues, motivado de sobra.
La etimología sota de sotar es menos inverosímil, y no resultaría inaceptable, aun si la jota es de fecha moderna. Aunque teniendo precisamente en cuenta la fecha moderna de nuestra jota, debería admitirse también como posible que sea una aplicación figurada de JOTA II, comp. la ac. literaria de olla podrida.
Vendrá del hisp.-ár. šáƫɅa ‘danza, baile’ según Asín (Al-And. IX, 32, fundándose en Ribera, La Música de la Jota Arag., M. 1928, 14-16), Realmente el verbo šáƫaɅ ‘bailar’ fué y es popular en el árabe de España y del Magreb: figura en PAlc., quien traduce baile por xatha 112a3f (no sería problema si no figurara, pues un nombre de unidad šåƫɅa debe siempre emparejarse junto a un genérico como šaƫɅ) y está (por emplearse en Marruecos y Argelia) en Lerchundi y Beaussier; por otro lado el paso da á a ó ante las enfáticas ƫɅ es posible; y casi podemos decir que es lo normal. Luego esta etimología es muy verosímil y, aunque quedamos algo en duda por lo moderno de la documentación del cast. jota, el hecho es que la nueva etimología morisca de danza, que parece demostrada, obliga a dar la preferencia a la etimología árabe šaƫɅ sobre la muy hipotética de SALTARE. No existe el nav. *zotar ‘bailar’, inventado sin escrúpulo por GdDD 5859 (a base de izote, en las danzas típicas de Valcarlos, voz que se da a los danzaris cuando han de saltar», que, como dice Iribarren, es pronunciación vasca del imperativo fr. sautez) ni parece existir el arag. jotar ‘bailar’ (falta Borao, Coll A., Puyoles-Valenzuela, Gnz. Guzmán,. etc.); sí hay un gall. choutar, pero es ‘saltar’, no ‘bailar’, y no tiene nada que ver con jota: como lo muestra la africada, será cruce de soutar con chozpar y voces análogas.
DERIV.
Sotar ‘bailar’, ant. [sotare, Glosas de Silos, n.° 250; sotar pertenecía al lenguaje común en el S. XIII, según se ve por la Crón. Gral. y la Gral. Est., así como por el Alex., 2521; desde J. Ruiz, 1001b, 1229, 1516, es verbo pastoril, como en González de Mendoza a primeros del S. XV2 y en el S. XVI: M. P., Oríg., 121, n. 1; para el influjo de los forasteros y posteriores bailar y danzar, que relegaron el antiguo verbo castellano a esta posición subalterna, vid. Aeppli, BhZRPh. LXXV, 51] del lat. SALTARE ‘bailar’.
1 También figura en la Danza de la Muerte, 84.― ↩
2 «Las moçuelas en el corro / páganse del mi sotar», Canc. de Baena, 252.8. Según la Acad. empléase aún en Burgos. ↩